La importancia de saber leer el lenguaje no verbal


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El lenguaje corporal y la comunicación no verbal cuentan quiénes somos, cómo nos sentimos o cuáles son nuestros gustos.

En la interacción, la conducta no verbal informa nuestro grado de comprensión y nivel de acuerdo, e incluso puede desmentir lo que estamos diciendo en ese momento.

Comunicar es compartir una información racional y emocional, poniéndola realmente en común, acordando con la otra persona su significado y valoración. Y eso no se consigue plenamente sin la intervención de la conducta no verbal.

Los mejores comunicadores no verbales son quienes tienen consciencia de su lenguaje corporal, personas capaces de monitorizar su conducta y de calibrar el efecto que esta produce en los demás, suelen ser personas observadoras, con amplia perspectiva, y abiertas a nuevas experiencias y realidades.

Algunos estudios evidencian que las personas más influyentes y persuasivas tienen una gran consciencia del lenguaje corporal propio y ajeno, al margen del campo profesional en el que hayan triunfado. Se trata de una condición fundamental para el éxito.

El dominio de las técnicas de comportamiento no verbal tiene aplicación en todas las áreas del conocimiento, y en cualquier ámbito de la vida privada y profesional.

En conclusión no podemos saber lo que piensa una persona a través de su conducta no verbal, pero el lenguaje corporal nos permite inferir cómo se siente, qué rasgos dominan su personalidad o cuáles son sus intenciones, una información que en ocasiones resulta mucho más valiosa que las palabras.

Como ocurre con la comunicación verbal, debemos ser muy precisos en la expresión de nuestro propio lenguaje corporal, y flexibles en la interpretación del ajeno, condicionado siempre por una diversidad de factores intrínsecos y ambientales que a veces escapan a nuestra capacidad de percepción.