Nuevas tecnologías… viejos impuestos


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El mundo avanza sin cesar y cada vez con mayor celeridad, nuevas propuestas tecnológicas irrumpen en el devenir de nuestros días y cuando nos vamos adaptando a las mismas, ellas van caducando.

Para dar algunos ejemplos hace algunas décadas, la música, se grababa en discos… luego cintas magnéticas, compac disc, DVD, se compactaban archivos, MP3, MP4, y hoy una melodía que nos gusta escuchar, es accesible desde “la nube”, desde cualquier dispositivo y solo contando con internet.

Así de rápido evolucionaron muchas otras cosas, otro ejemplo son las transacciones, del pago en efectivo de las compras, los cheques, las tarjetas de crédito, las transferencias bancarias, las transferencias internacionales, a la operatoria ON LINE en los distintos mercados bursátiles, y el dinero cada vez mas abstracto. Hasta el punto, que sea representado por algoritmos matemáticos.

Pero… ¿creemos en esto?, tal vez sea tema de otro debate. Lo que sin lugar a dudas es cierto es que algo no cambió, los impuestos (aquellos viejos gravámenes) con nombres distintos se siguen cobrando.

Originariamente, el espíritu del “impuesto” (en la misma palabra tiene su connotación de obligatoriedad), fue la redistribución de los recursos, de aquellos que tienen mayor capacidad contributiva, a aquellos que no la tienen, siendo el moderador de dicho proceso “El Estado”.

Pero, en la Argentina propiamente dicha, nos regimos por el derecho Romano, y aquello, que no se encuentra legislado, genera una vació legal, donde comienzan las “interpretaciones y las dudas”. Lo que no está expresamente prohibido, está permitido, lo que no está definido de manera precisa, ¿se puede identificar de manera fidedigna?

Nuevamente, la tecnología avanza y los nuevos paradigmas traen grandes beneficios. Pero ellos no escapan a los gravámenes y al Estado como organismo regulador.

¿Podrá ser el ecosistema Cripto “la anarquía supra estatal”, ¿podremos manejarnos fuera del “circuito financiero conocido”? Y si así fuera… cómo podemos establecer un “convencionalismo” donde estemos todos de acuerdo…. ¿Se puede operar sin un organismo rector?

A dónde nos llevan estas preguntas, aún es muy ponto, para visualizarlo, pero algo es claro, aún el sistema sigue absorbiendo dentro de su “matrix” los avances del mundo. Y los impuestos en las Criptos son un ejemplo más de este proceso, donde más temprano que tarde, llega el momento, donde las definiciones se aclaran, y los organismos recaudadores accionan.

Ganancias, Bienes Personales, Ingresos Brutos, Impuestos a los Débitos, y Créditos, todo puede llegar a ser aplicable en la medida que las nuevas tecnologías van siendo de uso común por los usuarios. Hoy, con la globalización, más que nunca, se conoce la mayoría de los movimientos financieros, y no es sólo el Ingreso, es el Gasto y la trazabilidad del circuito del dinero, sea virtual o físico.

Sólo es una cuestión de tiempo que las nuevas tecnologías se adaptan a los viejos impuestos.

CPN Diego Antonio Gallo