El riesgo psicosocial en el teletrabajo


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Comienzan a observarse los primero inconvenientes que surgen alrededor del teletrabajo a raíz del aislamiento social. Veremos los riesgos psocisociales que involucra esta forma de trabajo y el rol del líder en este contexto.

Trabajo aislado: 

El aislamiento puede producir un desequilibrio a nivel socio – afectivo, implicando aburrimiento, disminución en la vigilancia y alterar la percepción del tiempo, y a nivel cognitivo donde la carencia de información, formación o de medios para tomar decisiones, obligan a recurrir a la propia experiencia de trabajo, dificultando la toma de decisiones que puede llevar fácilmente al error, a la inacción o a la incertidumbre. 

Esto da lugar a conductas alteradas y altos niveles de estrés 

Control y autonomía en el trabajo: 

El teletrabajo debería tener la ventaja de permitir al trabajador mayor control y autonomía en el trabajo. Sin embargo se debe buscar un punto medio entre la falta y el exceso de autonomía de modo que no presente un riesgo para la salud mental.

La falta de supervisión y/o control directo puede provocar que el individuo trabaje en exceso y se sobrecargue o, por el contrario, que se trabaje poco. 

Relaciones sociales: 

Si bien las modernas tecnologías de la información y comunicaciones ofrecen posibilidades de apoyo, formación e información en situaciones problemáticas el teletrabajador puede sufrir de aislamiento físico y social, estado de soledad, un bajo o nulo soporte social por parte de superiores y compañeros, mala calidad de relación entre compañero y con superiores, ambigüedad de rol.

Flexibilidad: 

La organización del tiempo de trabajo y la conciliación de la vida privada y la vida laboral evidentemente están incluidas en el equilibrio entre trabajo y lo que está por fuera del trabajo. Pero este equilibrio no es fácil y entre los riesgos podemos mencionar: 

a. Se flexibilizan también las relaciones de trabajo. 

b. La jornada de trabajo se extiende al teletrabajar. 

c. Aumento de la intensidad y ritmo de trabajo. 

d. Dificultades para evitar superposiciones de las tareas del trabajo y las domésticas. 

e. Complicaciones en el manejo de los horarios y la alimentación (Caos en los horarios de comidas, comer sentado en el escritorio de trabajo). 

f. Desatención de la propia persona (problemas relacionados con trabajar en pijama, no diferenciar el atuendo de vestimenta) 

g. Mayor probabilidad de que se produzcan interrupciones durante el tiempo de trabajo, por asuntos domésticos y familiares. 

Competencias/exigencias: 

El empleador debe poseer competencias distintas a las del trabajo tradicional, ya trabajar a distancia del empleador y aumenta la utilización de las TIC. El teletrabajo usa y depende de las TIC que están en continuo desarrollo y actualización, esto le supone al trabajador una continua modernización de equipos y herramientas tecnológicas. 

a. Por el constante avance tecnológico, el teletrabajador requiere adaptarse y capacitarse constantemente lo cual puede presentar aumento de estrés en los trabajadores por tener que estar siempre “actualizados”. 

b. Requiere un autocontrol del tiempo por parte del trabajador. 

c. El teletrabajador puede percibir un desajuste entre las características idóneas para el desempeño de su trabajo y las características de las que él dispone, generando estrés. 

d. Requiere tener autoeficacia para no caer en el tecnoestrés (estrés tecnológico), que provoca disminución del rendimiento, problemas de sueño, dolores de cabeza y musculares, entre otros. 

e. Trabajo bajo condiciones de incertidumbre y ambigüedad, porque en la prestación de servicios aparecen con frecuencia contingencias imprevistas y complejas. 

Conciliación vida privada y laboral: 

Los teletrabajadores expresan dificultades para conciliar y evitar la superposición de las tareas del trabajo y las tareas domésticas, no siempre se cuenta con una delimitación del espacio físico de trabajo, complicaciones en el manejo de los horarios, desatención de la propia persona, desorden alimentario.

LO QUE SE ESPERA DE LOS LIDERES: 

- Liderar al EQUIPO, con coordinaciones colectivas basadas en herramientas digitales, pero también mantener el contacto bipersonal para generar los espacios necesarios de confianza que salven las distancias físicas. 

- Promover reuniones virtuales y presenciales periódicas con el equipo de trabajo. 

- Fijar la definición de metas diarias, semanales y mensuales, que deben ser medibles y alcanzables. Realizar un compromiso productivo al interior del equipo de trabajo. 

- Distribuir y realizar seguimiento de las tareas de manera constante, pero no invirtiendo más energía que de forma presencial. 

- Mantener un canal de comunicación frecuente con cada trabajador por separado. 

- Respetar el horario de localización pactado con el trabajador. 

- Desarrollar capacidad de comunicarse efectivamente, ya que desaparece el canal presencial, por lo que los mensajes deben ser breves, claros y entendibles por todo el equipo.